La nueva ola de investigaciones apunta al hecho de que los cannabinoides tienen el efecto adaptativo e inmunomodulador además de la capacidad de suprimir la actividad inmunológica.
La planta Canabis sativa fue utilizada para fines nutricionales y para mejorar la salud miles de años atrás. Muchas civilizaciones antiguas -los chinos y los griegos- incluyeron la planta cannabis en su farmacopea. En aquella época, nadie cuestionaba el hecho de cómo y por qué el cannabis alivia el dolor y calmaba el espíritu. Fue un aliado útil – es lo que importa.
Vamos a volver al siglo 21. Los científicos están tratando de descubrir tanto la composición molecular de la planta cannabis cómo percibir cómo interactúa con la red compleja de sistemas biológicos en nuestro organismo. Sin embargo, a pesar de muchos descubrimientos interesante, todavía sabemos relativamente poco, especialmente en lo que dice respecto a la interacción entre el cannabis y el sistema inmunológico.
Algunos estudios sugieren que los cannabinoides, tales como el THC y el CBD son inmunosupresores, lo que puede explicar el alivio que sienten los usuarios del cannabis medicinal con las enfermedades autoinmunes y la inflamación crónica. Los otros estudios demuestran que el uso regular del cannabis puede aumentar el número de leucocitos en el caso de los disturbios de la inmunodeficiencia, como el VIH, produciendo el efecto de refuerzo inmunológico.
Todo se vuelve aún más complicado si consideramos el hecho de que los efectos de la planta cannabis son mediados principalmente por el sistema endocanabinoide que, según la opinión de los científicos, interactúa con toda la actividad biológica incluyendo el sistema inmunológico.
La conclusión final es que todavía hay que descubrir mucho para percibir cómo el cannabis afecta nuestro sistema inmunológico.
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